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Bolivia es uno de esos países desconocidos que no figuran entre los primeros destinos de los turistas, pero que guarda tesoros ocultos maravillosos.
Quizás por ello quiero dedicarle una entrada que espero despierte por lo menos el interés en aquellas personas que nunca han puesto sus ojos en esta tierra de contrastes.
Desde el cañón donde se asienta La Paz a 3.400 m de altura, hasta las verdes montañas selváticas del Chapare, donde nace el Amazonas, se pueden encontrar paisajes singulares como el Salar de Uyuni, el valle de la Luna, el lago Titicaca o el singular conjunto de Tiahuanaco.
Sé que debería comenzar hablando de La Paz, esa capital que es la más alta del mundo y que pone a prueba los pulmones del montañero más resistente, pero quiero empezar la casa por el tejado y dejaros aquí una reseña de uno de los conjuntos arqueológicos más interesantes de Sudamerica: Las Ruinas de Tiahuanco.
Solitaria y perdida en la altiplanicie andina aparece de repente, misteriosa y en silencio, esta ciudad de la que ya solo quedan las piedras que nos cuentan que hace 2.000 años floreció aquí una brillante cultura que poco tenía que envidiar a las florecientes civilizaciones del creciente fértil euroasiático.
En ella se levantaron las pirámides de Akapana y Puma Punku, y se realizaron templos de gran belleza.
Los sillares de sus muros fueron labrados con tal perfección que todavía hoy asombra al visitante la rectitud de sus líneas y su perfecta orientación astrónomica.
Dominando este asentamiento se encuentra la conocida Puerta del Sol, una estructura adintelada labrada en un único bloque de 10 toneladas y que muestra una divinidad relacionada con la cultura Chavín, posiblemente Viracocha.
El monolito central, llamado tambien Estela Benett, fue llevado a una de las plazas más importantes de La Paz, al principio de la Avda. Peña Illimani y es uno de los motivos más represesentados en orfebrería típica del lugar.
Aunque hoy en día no se tiene claro el origen de esta civilización que surgió tan misteriosamente como desapareció, lo que es indudable es que viajar a Bolivia y no visitar este centro es como ir a París y no subir a la Torre Eiffel.
La soledad del paisaje, los bonitos bajorrelieves, y la arena rojiza sobre la que se asienta crean un panorama sobrecogedor.
Por fortuna no suele estar masificado como lo pueden estar las pirámides mexicanas o los templos egipcios.
Desde este blog no dudaré de recomendaros una y mil veces que visteis este maravilloso país de los Andes que duerme a los pies de la Peña Illimani y que es rico en mil sentidos.
COMO IR
Autobuses desde La Paz.
Trayecto: 3 horas
Salida: 06.00
Retorno: 18.00
Precio: 3 dólares y medio
Lo mejor: gracias al cambio de moneda que tanto nos favorece a los europeos, es muy asequible alquilar un 4x4 y lanzarte a la aventura con un buen mapa de carreteras. Eso sí, no espereis una vía asfaltada y perfectamente señalizada, aquí la orientación es importante. Pero da mucha libertad en cuestión de horarios.
DONDE ALOJARSE Y COMER
Desgraciadamente, si hay algún lugar donde pasar la noche, lo desconozco. Está muy aislado y no hay pueblos cerca. Lo mejor es alojarse en La Paz y hacer una excursión de un día.
He de decir que nosotros acabamos muertos de hambre buscando un lugar donde comer y tuvimos la suerte de encontrar un bar en un pueblo al que nunca llegué a verle el nombre y que estaba a unos km. Tan solo ofrecían bocadillos de queso frito con cebolla que los recuerdo como los más ricos que he comido en mi vida, pero si no queréis volveros locos buscándolo mejor es que lleveis unos bocatas hechos.
QUE VISITAR
Si queréis aprovechar el viaje, visitad el Valle de la Luna, una curiosa formación rocosa de agujas afiladas en las que es recomendable andar con cuidado, pues los recodos esconden peligrosos agujeros de mucha profundidad en los que se puede caer.
También se puede continuar el viaje para ir al Lago Titicaca y dormir en Copacabana (No confundir con la brasileña, no tiene nada que ver).
Creo que hace poco se inauguró un museo en el que se muestran las piezas cerámicas y otros objetos que se extrajeron de la excavación.
PARA SABER MÁS
Libros: Simone Waisbard, "Tiahuanaco, diez mil años de enigmas incas". Editorial Diana, 1975
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LAaverdad es que, después de leer tu entrada, me parece un sitio muy atractivo. Quién sabe, quizá un día de estos decida escaparme a explorar esos lugares recónditos que pocos ojos se atreven a contemplar.
ResponderEliminarMe encanta este blog Mallory, creo que es increíblemente interesante y útil.
Besos! =)
Mallory, muchas gracias por visitar mi blog Marcelo-Daniel. Mil disculpas por la tardanza en contestar, me estoy poniendo al día con el blog.
ResponderEliminarSigamos en contacto.
Saludos :)